domingo, 7 de diciembre de 2025

paternidad y maternidad divina por la Palabra


LA PATERNIDAD Y MATERNIDAD DIVINAS POR LA PALABRA


Nota metodológica: Este tema ha sido dado en Ejercicios a miembros responsables de comunidades, por tanto está dirigido a personas que han optado por una dedicación exclusiva al carisma Verbum Dei. 


Objetivo: Dar un sí como María, a la paternidad y maternidad espirituales que Dios nos comparte. A fin de que, por la predicación de la Palabra de Dios, la multitud de hijos que esperan, puedan nacer y resucitar a la Vida. Entregándonos como Jesús y con él para que a su vez desarrollen su paternidad y maternidad.


1.- PUNTO DE PARTIDA ANTROPOLÓGICO

*Ser padres y madres para toda una eternidad

a) Todos estamos llamados a ser muy fecundos. Nadie se conformaría con una vida estéril. Más allá de la fecundidad física, Dios nos ha compartido su misma naturaleza: Amor infinito, que se prolonga en los hijos. Esta paternidad y maternidad se da cuando acogemos la Palabra y a través de ella damos la Vida eterna a las personas.

b) Llamados a predicar la Palabra para dar Vida, y así engendrar a los más posibles a una Vida nueva, de resurrección, convirtiéndonos así en padres y madres de la Vida de Dios en ellos. Normalmente exclaman agradecidos: “me has dado la vida”. En el cielo, ¡cuántos nos reconocerán como sus papás y mamás en la fe!


2.- ESENCIA DEL TEMA

*Dios nos comparte su paternidad y maternidad

a) Ser padre y madre de personas para toda una eternidad, es lo más grande que le puede pasar a una persona.

b) Dios es Padre y Madre (Juan Pablo I).

- Y este mismo Amor de padre y madre es principio interior de la Vida nueva que Dios nos da a cuantos lo acogemos. Si creemos, como María, todas las generaciones nos dirán feliz (Lc 1,45).

c) Cada día podemos, con nuestro “hágase”, como María, colaborar en la resurrección y nacimiento de los hijos de Dios, de su misma naturaleza: Amor infinito, por la aplicación de la Palabra de Dios a tantas generaciones que están a la espera.

d) Jesús te dice: ¿Puedes ser mi padre y mi madre? “Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la Palabra de Dios y la cumplen” (Lc 8,19-21).

e) Jesús nos presenta a todos, como a la multitud a la que predicaba, su escala de valores. Y propone, casi escandalosamente, que los lazos del parentesco carnal quedan pospuestos a los del parentesco espiritual. La paternidad y maternidad espiritual supera en mucho a la corporal (Mt 12,40-50;Lc 9,57-62; Mt 10,37-39).

f.) Dios es nuestro Padre y Madre. Quiere transmitirnos al vivo su imagen en Cristo con su Espíritu. Por lo que nos hace herederos de su misma Vida-Amor. Coherederos del mismo Cristo.




3.- IMPEDIMENTOS - CONVERSION

*¿Dónde está tu hogar?

a)Si no me dedico a dar la Vida eterna a cantidad de hijos, 

-   ¿dónde está mi amor a Dios y a los hermanos?

-   ¿preferimos la soltería, la vida estéril y perdida, el rechazo total al Amor?

b) No podemos desperdiciar ni un solo día sin dar Vida (Lc. 9,25).

c) Jesús nos dice: “¿No me vas a acoger? No me prives de la plenitud de la Vida en tus hijos. Cuantos millones que no tienen la Vida, por falta de un sí a la Palabra de Vida. Están a la espera.


4.- IMPLICACIÓN DE VIDA

*¿Cómo ejercer la paternidad y maternidad apostólicas?

a) Jesús nos invita a reproducirle, intenta renacer en nuestro cuerpo pecador. Viene en la Eucaristía para sustituir al yo mortal, egoísta y estéril.

b) Nuestra oración es para que todos tengan Vida, y en abundancia (Jn 10,10). Para dar en el día el máximo rendimiento. Como Jesús, oramos teniendo a los hijos presentes (Heb 2,13; Is 8,18).

c) Jesús nos insiste para que salvemos la Vida eterna de miles de hijos, aplicándonos con un “hágase” a la Palabra de Dios.

d) Como san Pablo, dedicado a tiempo completo a la predicación de la Palabra de Dios y formando discípulos en todas las ciudades, para que desempeñasen la misión de predicar el Evangelio: 

- Engendrando como padre y madre a los discípulos, con amor exigente y a la vez mostrándonos amables sin imponernos (1 Tes 2,7-12; 1 Cor 4,14-16).

- Diciendo la verdad como a hijos queridos (Gal 4,14-16; 2 Cor 6,11-13).

- Sufriendo dolores de parto hasta ver a Cristo formado en los hermanos (Gal 4,19).

  • Rogando en favor de los hijos (Flm 10-21).


5.- PROYECCIÓN

*Trascendencia de la entrega de la vida, para que todos tengan Vida.

a) Cuando se trata de la vida o muerte de los hijos uno se lo juega todo. El horario de la entrega lo marcan los hijos.

b) Jesús quiere que le representemos, que a través de nosotros le encuentren a él. Que acompañemos a las personas a él, hasta que tengan la plenitud de Dios (Col 2,9; Ef 3,14-19).

c) La plenitud se comunica por la Palabra. Y somos padres y madres, dando esta Vida. Jesús nos pide en la Eucaristía : “¿Puedo yo hacerme presente por tu cuerpo?, ¿hablar por tu lengua? Llegamos a transformarnos en él, no sólo en la Eucaristía, sino también a través de la acogida de la Palabra.

d) Jesús nos ha elegido para que continuemos su misión, la máxima entrega, dedicación de nuestra vida mortal. Jesús valora cada vida a gran precio (1 Cor 7,23). Si tenemos fe iremos a la mayor prueba, dar la vida por los amigos, aunque no veamos el fruto. Como Carlos de Foucauld, San Pedro Chanel…, los discípulos surgieron después de morir ellos. La labor no se pierde nunca. 

e) Guiados del Espíritu Santo y de nuestra Madre, dar la vida como Jesús que se pone en mis manos en la Eucaristía. Dialogar con María, Madre de todo el hogar: Ven, Madre de la Iglesia, y del Verbum Dei, danos tu confianza, danos tu fe.


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